Volúmenes imponentes emergen en una parcela, sobre las colinas de la prestigiosa urbanización de Sierra Blanca, en Marbella. Las privilegiadas vistas al mar Mediterráneo, son una de las características especiales de esta mansión contemporánea. Una escultura viva de última generación, donde una atractiva arquitectura basada en la geometría se encuentra con una innegable sofisticación, lo que resulta en una casa magistralmente diseñada. Escrupulosamente centrados en la elegancia y la funcionalidad, la estética general y el diseño interior de la villa tienen un carácter individual sobresaliente.
La pureza y los contrastes inesperados, los materiales finos y los detalles intrincados, crean la personalidad de esta casa. Los espacios acogedores e íntimos se abren y fluyen gracias a los espacios con ventanas desde el piso al techo. Paredes de concreto blanco formalizan los espacios, siempre con acentos de piedra que recuperan chimeneas o TVs en la pared..
La planta baja dibuja un magnífico hall de entrada, con escaleras gemelas al primer nivel y al sótano, que se abren a una gran sala de estar, con acceso a una terraza cubierta con escaleras que conducen al jardín y la piscina. Al lado de esta sala de estar hay una gran cocina, el área de comedor y un área auxiliar para sentarse. En el primer piso se encuentra el dormitorio principal con terraza privada. Además, en este nivel se encuentran otras suites de dos dormitorios con vestidores y baños privados. El nivel del sótano cuenta con un gimnasio profesional, bodega, sala de juegos y relajación, sauna y sala de vapor, home cinema, garaje para 3-4 coches y apartamento para el personal.
La otra característica especial de esta pieza arquitectónica es la piscina en la superficie del techo, que se combina con el horizonte, creando un lugar increíble para contemplar el cautivador paisaje circundante y el mar Mediterráneo.
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